
Arnau de Bargués, uno de los maestros de obras más conocidos de la época medieval, se encargó de erigir 1402 la fuente de Santa María. Bargués dirigió también obras tan importantes como el Palacio Real de Poblet y la catedral de Barcelona. Se la conocía como la fuente de los señores por la gran cantidad de palacios de gente adinerada que rodeaban el barrio y que hoy en día acogen importantes museos de la ciudad. Junto a las de Sant Just, Portaferrissa y la de Santa Ana forman las fuentes más antiguas de la ciudad.