
La Llotja de Barcelona antiguamente era lugar de reunión de los mercaderes de la ciudad, y estaba destinado a la contratación, como muestra la espectacular Sala de Contrataciones, un salón gótico de enormes dimensiones. En 1772 se remodeló el viejo edificio medieval para construir la fachada neoclásica que hoy podemos observar y que preside el Pla de Palau. Durante su larga historia ha sido sede de la Escuela de Artes y Oficios de Barcelona, la Bolsa de Barcelona e incluso albergó la primera representación de una ópera italiana en Cataluña.