
Por encima de los restos del antiguo barrio de la Ribera, destruido en la guerra de 1714, se construyó en 1876 uno de los mercados públicos más espectaculares de Europa. El encargado de la obra fue Josep Fontseré, el mismo arquitecto que había urbanizado la Ciutadella, que concibió la obra como un mercado moderno justo en el antiguo emplazamiento del antiguo mercado del Born. La construcción de este nuevo mercado descongestionó el mercado de la Boqueria y además permitió agilizar las comunicaciones mercantiles dada su proximidad al puerto y al ferrocarril.